Números 4:1-5:31
Ministerio de los coatitas
4 El Señor dijo a Moisés y a Aarón: 2 «Hagan un censo, por clanes y por familias patriarcales, de los levitas que descienden de Coat. 3 Incluye en él a todos los varones de treinta a cincuenta años que sean aptos para servir en la Tienda de reunión.
4 »El ministerio de los coatitas en la Tienda de reunión consiste en cuidar de las cosas más sagradas. 5 Cuando los israelitas deban ponerse en marcha, Aarón y sus hijos entrarán en el santuario y descolgarán la cortina que lo resguarda, y con ella cubrirán el arca con las tablas del pacto. 6 Después la cubrirán con piel resistente[a] y con un paño color azul, y le colocarán las varas para transportarla.
7 »Sobre la mesa de la Presencia extenderán un paño color azul y colocarán los platos, las bandejas, los tazones y las jarras para las ofrendas líquidas. También estará allí el pan de la ofrenda permanente. 8 Sobre todo esto extenderán un paño escarlata. Luego cubrirán la mesa con piel resistente y le colocarán las varas para transportarla.
9 »Con un paño color azul cubrirán el candelabro y sus lámparas, cortapabilos, braseros y utensilios que sirven para suministrarle aceite. 10 Después cubrirán el candelabro y todos sus accesorios con piel resistente, y lo colocarán sobre las andas.
11 »Extenderán un paño color azul sobre el altar de oro, lo cubrirán con piel resistente y le colocarán las varas para transportarlo.
12 »Envolverán en un paño color azul todos los utensilios con los que ministran en el santuario, los cubrirán con piel resistente, y luego los colocarán sobre las andas.
13 »Quitarán las cenizas del altar del holocausto y lo cubrirán con un paño carmesí. 14 Sobre el altar pondrán todos los utensilios que usan en su ministerio: braseros, tenedores, tenazas, tazones y todos los utensilios del altar. Luego lo cubrirán con piel resistente y le colocarán las varas para transportarlo.
15 »Cuando Aarón y sus hijos hayan terminado de cubrir el santuario y todos sus accesorios, los israelitas podrán ponerse en marcha. Entonces vendrán los coatitas para transportar el santuario, pero sin tocarlo para que no mueran. También transportarán los objetos que están en la Tienda de reunión.
16 »En cambio, Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, estará a cargo del aceite para el candelabro, del incienso aromático, de la ofrenda permanente de cereal y del aceite de la unción. Además, cuidará del santuario y de todos sus utensilios».
17 El Señor dijo a Moisés y a Aarón: 18 «Asegúrense de que los clanes de Coat no vayan a ser eliminados de la tribu de Leví. 19 Para que no mueran cuando se acerquen a las cosas más sagradas, deberán hacer lo siguiente: Aarón y sus hijos asignarán a cada uno lo que deba hacer y transportar. 20 Pero los coatitas no mirarán ni por un momento las cosas sagradas para que no mueran».
Ministerio de los guersonitas
21 El Señor dijo a Moisés: 22 «Haz también un censo de los guersonitas por clanes y por familias patriarcales. 23 Incluye a todos los varones de treinta a cincuenta años que sean aptos para servir en la Tienda de reunión.
24 »El ministerio de los clanes guersonitas consiste en encargarse del transporte. 25 Llevarán las cortinas del santuario, la Tienda de reunión, su toldo, la cubierta de piel resistente que va encima y la cortina de la entrada a la Tienda de reunión. 26 También transportarán el cortinaje del atrio y la cortina que está a la entrada del atrio que rodea el santuario y el altar, junto con las cuerdas y todos los utensilios necesarios para su servicio. Deberán ocuparse de todo lo relacionado con estos. 27 Todo su trabajo, ya sea transportando los utensilios o sirviendo en la Tienda, deberán hacerlo bajo la dirección de Aarón y de sus hijos. Ellos les asignarán la responsabilidad de lo que deben transportar. 28 El servicio de los clanes de Guersón en la Tienda de reunión será supervisado por Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
Ministerio de los meraritas
29 »Haz un censo de los meraritas por clanes y por familias patriarcales. 30 Incluye a todos los varones de treinta a cincuenta años que sean aptos para servir en la Tienda de reunión. 31 Su trabajo en la Tienda de reunión consistirá en transportar los tablones del armazón del santuario, es decir, sus travesaños, postes y bases, 32 lo mismo que los postes que están alrededor del atrio, sus bases, estacas y cuerdas, como también todos los utensilios necesarios para su servicio. Asígnale a cada uno los objetos que deberá transportar. 33 El servicio de los clanes de Merari en la Tienda de reunión será supervisado por Itamar, hijo del sacerdote Aarón».
Censo del clan de Coat
34 Moisés, Aarón y los líderes de la comunidad hicieron un censo de los coatitas por clanes y por familias patriarcales.
35 El censo incluía a todos los varones de treinta a cincuenta años que eran aptos para servir en la Tienda de reunión. 36 El total de los censados por clanes llegó a dos mil setecientos cincuenta hombres. 37 Este fue el total de los censados entre los clanes de Coat para servir en la Tienda de reunión, según el recuento que hicieron Moisés y Aarón, como lo había ordenado el Señor por medio de Moisés.
Censo del clan de Guersón
38 Se hizo un censo de guersonitas por clanes y por familias patriarcales.
39 El censo incluía a todos los varones de treinta a cincuenta años que eran aptos para servir en la Tienda de reunión. 40 El total de los censados por familias patriarcales llegó a dos mil seiscientos treinta hombres. 41 Este fue el total de los censados entre los clanes de Guersón para servir en la Tienda de reunión, según el recuento que hicieron Moisés y Aarón, como lo había ordenado el Señor.
Censo del clan de Merari
42 Se hizo un censo de los meraritas por clanes y por familias patriarcales.
43 El censo incluía a todos los varones de treinta a cincuenta años que eran aptos para servir en la Tienda de reunión. 44 El total de los censados por clanes llegó a tres mil doscientos hombres. 45 Este fue el total de los censados entre los clanes de Merari, según el recuento que hicieron Moisés y Aarón, como lo había ordenado el Señorpor medio de Moisés.
Conclusión
46 Moisés, Aarón y los jefes de Israel hicieron un censo de todos los levitas por clanes y por familias patriarcales. 47 El total de los varones de treinta a cincuenta años, que eran aptos para servir en la Tienda de reunión y transportarla, 48 llegó a ocho mil quinientos ochenta. 49 A cada uno se le asignó lo que tenía que hacer y transportar, como lo había ordenado el Señor por medio de Moisés.
Así fueron censados, según el mandato que Moisés recibió del Señor.
La pureza del campamento
5 El Señor dijo a Moisés: 2 «Ordénales a los israelitas que expulsen del campamento a cualquiera que tenga una infección en la piel, o padezca de un flujo inusual, o haya quedado ritualmente impuro por haber tocado un cadáver. 3 Ya sea que se trate de hombres o de mujeres, los expulsarás del campamento para que no contaminen el lugar donde habito en medio de mi pueblo». 4 Y los israelitas los expulsaron del campamento, tal como el Señorse lo había mandado a Moisés.
Restitución por daños
5 El Señor ordenó a Moisés 6 que dijera a los israelitas: «El hombre o la mujer que peque contra su prójimo traiciona al Señor y tendrá que responder por ello. 7 Deberá confesar su pecado y pagarle a la persona perjudicada una compensación por el daño causado, con un recargo del veinte por ciento. 8 Pero si la persona perjudicada no tiene ningún pariente, la compensación será para el Señor y se la entregará al sacerdote junto con el carnero, para que este pida perdón por el pecado del culpable. 9 Toda contribución que los israelitas consagren para dársela al sacerdote será del sacerdote. 10 Lo que cada uno consagra es suyo, pero lo que se da al sacerdote es del sacerdote».
Ley sobre los celos
11 El Señor ordenó a Moisés 12 que dijera a los israelitas: «Supongamos que una mujer se desvía y es infiel a su esposo 13 acostándose con otro; supongamos también que el asunto se mantiene oculto, ya que ella pecó en secreto y no hubo testigos ni fue sorprendida en el acto. 14 Si al esposo le da un ataque de celos y sospecha que ella ha cometido pecado o le da un ataque de celos y sospecha de ella, aunque no haya pecado, 15 entonces la llevará ante el sacerdote y ofrecerá por ella la décima parte de un efa[b] de harina de cebada. No derramará aceite sobre la ofrenda ni le pondrá incienso, puesto que se trata de una ofrenda por causa de celos, una ofrenda memorial de cereal para señalar un pecado.
16 »El sacerdote llevará a la mujer ante el Señor, 17 pondrá agua sagrada en un recipiente de barro y le echará un poco de polvo del suelo del santuario. 18 Luego llevará a la mujer ante el Señor, le soltará el cabello y pondrá en sus manos la ofrenda memorial por los celos, mientras él sostiene la vasija con las aguas amargas de la maldición. 19 Entonces el sacerdote pondrá a la mujer bajo juramento y le dirá: “Si estando bajo la potestad de tu esposo no te has acostado con otro hombre ni te has desviado hacia la impureza, estas aguas amargas de la maldición no te dañarán. 20 Pero si estando bajo la potestad de tu esposo te has desviado y te has vuelto impura al tener relaciones sexuales con otro hombre 21 —aquí el sacerdote pondrá a la mujer bajo esta maldición—, que el Señor te haga objeto de maldición en medio de tu pueblo, que te haga estéril y que el vientre se te hinche. 22 Cuando estas aguas de la maldición entren en tu cuerpo, que te hinchen el vientre y te hagan estéril”.
»Y la mujer responderá: “¡Amén! ¡Que así sea!”.
23 »El sacerdote escribirá estas maldiciones en un documento, que lavará con las aguas amargas. 24 Después hará que la mujer se beba las aguas amargas de la maldición, que entrarán en ella para causarle amargura. 25 El sacerdote recibirá de ella la ofrenda por los celos. Procederá a mecer ante el Señor la ofrenda de cereal, la cual presentará sobre el altar; 26 tomará de la ofrenda un puñado de cereal como memorial y lo quemará en el altar. Después hará que la mujer se beba las aguas. 27 Cuando ella se haya bebido las aguas de la maldición y estas entren en ella para causarle amargura, si fue infiel a su esposo y cometió pecado, se le hinchará el vientre y quedará estéril. Así esa mujer caerá bajo maldición en medio de su pueblo. 28 Pero si no cometió pecado, sino que se mantuvo pura, entonces no sufrirá daño alguno y será fértil.
29 »Esta es la ley en cuanto a los celos, cuando se dé el caso de que una mujer, estando bajo la potestad de su esposo, se desvíe del buen camino y se vuelva impura por cometer pecado 30 o cuando al esposo le dé un ataque de celos y sospeche de su esposa. El sacerdote llevará a la mujer a la presencia del Señor y le aplicará esta ley al pie de la letra. 31 El esposo quedará exento de culpa, pero la mujer sufrirá las consecuencias de su pecado».
Marcos 12:18-37
El matrimonio en la resurrección
12:18 Entonces los saduceos, que dicen que no hay resurrección, fueron a verlo y le plantearon un problema:
19 —Maestro, Moisés nos enseñó en sus escritos que si un hombre muere y deja a la viuda sin hijos, el hermano de ese hombre tiene que casarse con la viuda para que su hermano tenga descendencia. 20 Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin dejar descendencia. 21 El segundo se casó con la viuda, pero también murió sin dejar descendencia. Lo mismo le pasó al tercero. 22 En fin, ninguno de los siete dejó descendencia. Por último, murió también la mujer. 23 En la resurrección, ¿de cuál será esposa esta mujer, ya que los siete estuvieron casados con ella?
24 —¿Acaso no andan ustedes equivocados? —respondió Jesús—. ¡Es que desconocen las Escrituras y el poder de Dios!25 Cuando resuciten los muertos, no se casarán ni serán dados en casamiento, sino que serán como los ángeles que están en el cielo.26 Pero en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el pasaje sobre la zarza, cómo Dios le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”?[a] 27 Él no es Dios de muertos, sino de vivos. ¡Ustedes andan muy equivocados!
El mandamiento más importante
28 Uno de los maestros de la Ley se acercó y los oyó discutiendo. Al ver lo bien que Jesús había contestado, preguntó:
—De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante?
29 Jesús contestó:
—El más importante es: “Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor.[b] 30 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.[c] 31 El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.[d]No hay otro mandamiento más importante que estos.
32 —Bien dicho, Maestro —respondió el maestro de la Ley—. Tienes razón al decir que Dios es uno solo y que no hay otro fuera de él. 33 Amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más importante que todos los holocaustos y sacrificios.
34 Al ver Jesús que había respondido con inteligencia, le dijo:
—No estás lejos del reino de Dios.
Y desde entonces nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
¿De quién es hijo el Cristo?
35 Mientras enseñaba en el Templo, Jesús les propuso:
—¿Cómo es que los maestros de la Ley dicen que el Cristo es descendiente de David? 36 David mismo, hablando por el Espíritu Santo, declaró:
»“Dijo el Señor a mi Señor:‘Siéntate a mi derecha,hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’ ”.[e]37 Si David mismo lo llama “Señor”, ¿cómo puede entonces ser su descendiente?
La muchedumbre lo escuchaba con agrado.
Salmo 48:1-14
48 Grande es el Señor y digno de suprema alabanza; en la ciudad de nuestro Dios está su monte santo.2 Hermosa colina es el gozo de toda la tierra.El monte Sión, en el extremo norte, es la ciudad del gran Rey.3 En las fortificaciones de Sión Dios se ha dado a conocer como refugio seguro.
4 Hubo reyes que unieron sus fuerzas y que juntos avanzaron contra la ciudad;5 pero al verla quedaron pasmado y asustados se dieron a la fuga.6 Allí el miedo se apoderó de ellosy un dolor de parturienta les sobrevino.7 ¡Con un viento del este destruiste las naves de Tarsis! 8 Tal como lo habíamos oído, ahora lo hemos visto en la ciudad del Señor de los Ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios:¡Él la hará permanecer para siempre! Selah 9 Dentro de tu Templo, oh Dios meditamos en tu gran amor.10 Tu alabanza, oh Dios, igual que tu nombre,llega a los confines de la tierra; tu derecha está llena de justicia.11 El monte Sión se alegra, las aldeas de Judá se regocijan por causa de tus juicios.12 Caminen alrededor de Sión, den una vuelta por ella y cuenten sus torres. 13 Observen bien sus murallas y examinen sus fortificaciones para que se lo cuenten a las generaciones futuras.
14 ¡Este Dios es nuestro Dios eterno! ¡Él nos guiará para siempre![a]
Proverbios 10:26
Como vinagre a los dientes y humo a los ojos es el perezoso para quienes lo emplean.